La cédula de habitabilidad: qué es y cómo se obtiene

La cédula de habitabilidad es un requisito necesario para alquilar una vivienda en España. Aquí te contamos en qué consiste, qué tipos hay y cómo conseguirla.

Carlos

Lectura de 4 minutos
·
10 ene 2024
·
Prealquiler

La cédula de habitabilidad es un documento administrativo que certifica que una vivienda reúne las condiciones mínimas para ser habitada. En España, es un requisito obligatorio para alquilar una vivienda en la mayoría de las comunidades autónomas, por lo que para los propietarios es importante conocer qué es, cómo y dónde se puede solicitar, y cuánto cuesta.

¿Qué es la cédula de habitabilidad?

La cédula de habitabilidad es un documento de gran relevancia para los propietarios de viviendas de alquiler en España, ya que es el que certifica que un inmueble posee las condiciones necesarias para que alguien viva en él. De hecho, tiene que estar presente y vigente en el momento de la firma de un contrato de alquiler o de un contrato de compraventa, ya que alguna de las partes podrían negarse de acuerdo a la legislación vigente.

¿Qué información contiene la cédula de habitabilidad?

La información de la cédula de habitabilidad debe ser la suficiente como para certificar que la vivienda es habitable. Pero los datos concretos que se incluyen en las cédulas de habitabilidad pueden variar ligeramente entre una comunidad autónoma y otra, según en cuál sea la que se encuentre la vivienda.

  • La cédula de habitabilidad contiene información sobre la vivienda, como:
  • La dirección de la vivienda.
  • La superficie útil de la vivienda, que es el espacio habitable.
  • El número de habitaciones de la vivienda.
  • El número de baños de la vivienda.
  • La antigüedad de la vivienda.

También indica si la vivienda cumple con los requisitos mínimos de habitabilidad, como:

  • La salubridad de la vivienda: que esté libre de humedades, malos olores, etc.
  • La higiene de la vivienda: que esté limpia y en buen estado.
  • La solidez de la vivienda: que esté construida con materiales resistentes y que no presente riesgos de derrumbe.
  • La superficie habitable mínima, que es de 36 metros cuadrados para una vivienda de una habitación y de 45 metros cuadrados para una vivienda de dos habitaciones.
  • La ventilación adecuada: que la vivienda tenga ventanas o puertas que permitan la entrada de aire fresco.
  • La iluminación adecuada: que la vivienda tenga una iluminación suficiente para que las personas puedan realizar sus actividades cotidianas.
  • El suministro de agua potable: que la vivienda tenga acceso a agua potable que cumpla con los requisitos sanitarios.
  • El sistema de evacuación de aguas residuales: que la vivienda tenga un sistema que permita la evacuación de las aguas residuales de forma segura.
  • El sistema de suministro de energía eléctrica: que la vivienda tenga acceso a energía eléctrica.
  • El sistema de calefacción: que la vivienda tenga un sistema que permita mantener la temperatura adecuada en invierno.

¿Cuánto dura la cédula de habitabilidad?

La cédula de habitabilidad de primera ocupación para viviendas de nueva construcción tiene una vigencia de 25 años. En cambio, para el caso de viviendas que hayan sido rehabilitadas, la cédula debe renovarse cada 15 años.

¿Cuáles son los tipos de cédula de habitabilidad que hay en España?

En la actualidad, existen tres tipos de cédulas de habitabilidad según la antigüedad y características de la vivienda:

  • De primera ocupación: Para nuevas construcciones, requiere la Licencia de Primera Ocupación del ayuntamiento.
  • De segunda ocupación: Aplicable a viviendas ya existentes.
  • De primera ocupación de rehabilitación: Para viviendas sometidas a una rehabilitación profunda o cambio de uso.

La obligatoriedad de estas cédulas depende de la comunidad autónoma en la que se ubique la vivienda. En algunas, se ha derogado para facilitar el acceso a la vivienda, y se considera suficiente con la licencia de primera ocupación. En otras, se está considerando su eliminación para reducir trámites burocráticos.

La emisión de la cédula de habitabilidad corresponde al Ayuntamiento o a la delegación autonómica, siguiendo normativas específicas de cada comunidad, y con plazos que pueden rondar un mes. De todas maneras, al presentar la documentación para solicitarla, también se puede obtener un justificante provisional que sirve para gestionar el alta de los suministros básicos mientras se espera la cédula definitiva.

¿Cómo se puede obtener la cédula de habitabilidad?

El trámite para obtener la cédula de habitabilidad es sencillo y, en la actualidad, se puede hacer casi siempre de modo telemático. Para ello, hay que presentar los siguientes documentos a las autoridades competentes en cada ubicación:

  • Impreso de solicitud que facilita la Administración
  • Justificante del pago de la tasa correspondiente
  • Fotocopia del DNI del propietario de la vivienda o de un representante autorizado
  • Copia de la escritura de la propiedad o del contrato de alquiler
  • Certificado de habitabilidad

El precio para obtener esta cédula también varía según cuál sea la comunidad autónoma o ayuntamiento que lo gestione, aunque en algunos casos se pueden obtener bonificaciones o exenciones para ella.

¿En qué consiste el certificado de habitabilidad?

El certificado de habitabilidad es un documento necesario para solicitar la cédula de habitabilidad, que certifica que una vivienda reúne las condiciones mínimas para ser habitada, y es un requisito obligatorio para alquilar una vivienda en la mayoría de las comunidades autónomas.

El certificado de habitabilidad debe ser emitido por un técnico competente, como un arquitecto o un aparejador colegiado, que realizará una inspección de la vivienda para comprobar que cumple con los requisitos mínimos de habitabilidad en términos de seguridad, salud e higiene.

¿Qué pasa si no tengo la cédula de habitabilidad?

En la mayoría de las comunidades autónomas, es ilegal alquilar una vivienda sin cédula de habitabilidad. Si se descubre que una vivienda se está alquilando sin cédula de habitabilidad, el propietario puede ser sancionado con una multa.

Las multas por no tener cédula de habitabilidad varían según la comunidad autónoma, aunque suelen oscilar entre los 300 y los 9.000 euros. Además de la sanción económica, el propietario de la vivienda puede verse obligado a realizar las obras necesarias para que la vivienda cumpla con los requisitos mínimos de habitabilidad.

En los casos en los que exista una cédula próxima a su expiración, el propietario de la vivienda es el responsable de tramitar su renovación y asegurarse de que está vigente en el momento de alquilar el inmueble. En cambio, si la cédula ya ha caducado, hay que solicitar una nueva.

En conclusión, como propietario de vivienda, es importante que solicites la cédula de habitabilidad de la vivienda antes de alquilarla. Esto te ayudará a rentabilizar tu inversión y a garantizar que tus inquilinos tengan un lugar seguro y saludable para vivir.

Este es un artículo meramente informativo. Para mayor seguridad, consultar con un abogado especializado o con las autoridades competentes.

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